ElLeadNoticias.com
Los fuertes aguaceros que en los últimos días han azotado al municipio de Ciénaga no solo han inundado calles y barrios, sino que también han dejado en evidencia las múltiples falencias en el servicio de agua, alcantarillado y la infraestructura pública. Los cienagueros viven entre el lodo, los malos olores y la impotencia, mientras las autoridades locales tratan de contener una emergencia que se repite año tras año.
Las precipitaciones han generado graves afectaciones en distintos sectores del municipio. En los diferentes barrios el agua cubre por completo las vías, impidiendo el paso de vehículos y peatones. Las corrientes arrastran basuras, escombros y aguas residuales que terminan desbordando las alcantarillas, generando un ambiente insalubre y riesgos de enfermedades.
Los residentes señalan que la empresa Operadores de la Sierra S.A. E.S.P., encargada del suministro de agua y el manejo del alcantarillado, no ha respondido de manera oportuna a la crisis. “Cada vez que llueve fuerte, el alcantarillado colapsa y el agua sucia se devuelve por las casas. Ya estamos cansados de vivir en medio de la pestilencia”, afirma María García, residente del barrio Miramar.
La situación se agrava con el mal estado del pavimento y la falta de drenaje pluvial. Muchas calles parecen ríos improvisados, mientras que los huecos y hundimientos del asfalto dificultan el tránsito. En algunos sectores, las lluvias han provocado el desprendimiento de materiales y el deterioro de las vías principales, afectando incluso el transporte escolar y el acceso a centros de salud.
Las instituciones educativas tampoco escapan a la emergencia y en varias sedes rurales y urbanas, las filtraciones de agua y los techos deteriorados han obligado a suspender clases. Padres de familia denuncian que los estudiantes deben recibir clases en salones inundados o bajo goteras constantes, poniendo en riesgo su seguridad y salud.
Ante el creciente malestar ciudadano, la Administración Municipal aseguró que trabaja en un plan de contingencia junto con la empresa operadora y organismos de socorro para atender los puntos más críticos. Sin embargo, los habitantes reclaman soluciones de fondo. “No basta con bombear el agua o tapar huecos. Lo que necesitamos es una intervención estructural del sistema de alcantarillado y un plan serio de infraestructura urbana”, expresan algunos moradores.
Las lluvias en Ciénaga no solo mojan las calles, también desnudan las falencias de una ciudad que se hunde entre la desidia institucional y la falta de planeación. Cada aguacero parece recordar que el problema no es el clima, sino la ausencia de políticas públicas sostenibles que garanticen servicios dignos para una comunidad que, año tras año, ve repetirse el mismo drama.
 
                                


























 
		     
					
 
                                












 
                
Discussion about this post