ElLeadNoticias.com/ Noti Atlántico
Este domingo, 20 de julio, Barranquilla despertó entre llamas, humo y gritos. El edificio Flores del Recreo ardía, y con él, también el corazón de muchas familias. Se presagiaba una tragedia!
En el piso 8, Wilson Mandón, un hombre de 60 años, vivía solo. Cuando el humo invadió su apartamento, intentó salvarse amarrando una sábana para bajar por el balcón. El miedo pudo más. La sabana cedió y terminó cayendo. Antes, alcanzó a llamar a su hermano… pero la llamada no fue contestada. Quería vivir. Quería ayuda. Solo estaba desesperado.
En otro apartamento, Jhonny Espitia, cartagenero, padre de dos niñas, que había llegado a la ciudad para un matrimonio cristiano y se había hospedado ahí donde un familiar, decidió correr entre el humo. Cargó a su hija mayor y bajó corriendo las escaleras. La dejó a salvo y, como un verdadero papá, volvió por su esposa y su hija menor. Pero el humo lo venció antes de llegar. Minutos después lo encontraron los bomberos y lo auxiliaron.
Aún con vida. Tristemente quedó sin aliento horas después en el hospital. Su esposa sobrevivió. Pero su hija Alanna Lucía fue operada de urgencia y permanece en UCI… luchando por su vida.
«El caso de Alanna es el más crítico. Su familia está destrozada, pero seguimos luchando desde afuera para que no se apague su esperanza», expresó una amiga cercana. Hoy esta pequeña necesita de todos nosotros.
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